Clínica Pediatrica.
Nuestra Clínica cuenta con un equipo de profesionales altamente cualificado con una amplia experiencia en el estudio, diagnóstico y tratamientos de todas las patologías que puedan afectar a niños y adolescentes, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes con apoyo continuo a los padres y su entorno.
Además ofrecemos asistencia especializada a los niños afectos de patología del sistema nervioso central y neuro-muscular formado por neuropediatra trabajando en estrecha relación con otros especialistas.
El neuropediatra coordina la atención multidisciplinar del niño con problema neurológico, psicológico, trastornos motrices o del lenguaje para la realización de las pruebas y efectuar el diagnóstico que mejor se adapte a la patología del paciente. Esto va unido a un seguimiento psicológico y pedagógico para ofrecer una atención integrada al niño y al adolescente con su debido tratamiento para que pueda continuar desarrollando todas sus facetas personales y sociales con la mayor normalidad posible.
LA ATENCIÓN TEMPRANA
Tiene su origen en investigaciones de la neurología y de Psicología del desarrollo y del aprendiazaje, en especial las del movimiento neoconductista americano que estableció la eficacia entre los estimulos y la consecución de respuestas al mismo tiempo, la pediatría, la psicatría, la pedagogía y la lingüística, entre otras disciplinas científicas, aportan a la Atencion Temprana su andamiaje Teorico-Conceptual.
El desarrollo infantil es un proceso evolutivo que engloba aspectos biológicos, psicológicos, sociales y educativos, que, de manera interdependiente, van a posibilitar una evolución armónica. Los primeros años de vida son una etapa especialmente crítica de la existencia humana que se caracteriza por el crecimiento, la maduración y el desarrollo. La expansión morfofuncional del sistema nervioso en edades tempranas depende principalmente de los procesos bioquímicos internos y de la abundancia y la calidad de los estímulos ambientales. La mielinización y el establecimiento creciente de conexiones sinápticas van conformando el funcionamiento cerebral del niño, por lo que las experiencias tempranas son fundamentales en este periodo vital.
Los conocimientos neurobiológicos actuales de la evolución encefálica en la infancia corroboran que las afectaciones precoces de las estructuras nerviosas, o la privación de la estimulación sensorial que proporciona el entorno, pueden restringir el normal desarrollo neuropsicológico. Aprovechar la plasticidad neuronal de estos estadios evolutivos resulta decisivo para el desarrollo posterior. La intervención temprana facilita, a los niños con discapacidades o con riesgo de padecerlas y a sus familias, acciones optimizadoras y compensadoras para favorecer la maduración de todas las dimensiones del desarrollo.
“Se entiende por Atención Temprana el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo mas pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar”.
La principal misión de la Atención Temprana es que los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos, reciban, siguiendo un modelo que considere los aspectos biopsicosociales, todo aquello que desde la vertiente preventiva y asistencial pueda potenciar su capacidad de desarrollo y de bienestar, posibilitando, de la forma más completa, su autonomía personal y su integración en el medio familiar, escolar y social.
OBJETIVOS DE LA ATENCIÓN TEMPRANA
• Reducir los efectos de las discapacidades sobre el conjunto global del desarrollo del niño.
• Optimizar, en la medida de lo posible, el curso del desarrollo del niño.
• Introducir los mecanismos necesarios de compensación, de eliminación de barreras y de adaptación a necesidades específicas. • Evitar o reducir la aparición de efectos o déficits secundarios o asociados producidos por un trastorno o situación de alto riesgo.
• Atender y cubrir las necesidades y demandas de la familia y el entorno en el que vive el niño.
• Considerar al niño como sujeto activo de la intervención.
El modelo de intervención cuando existe alguna alteración de estos procesos debe ser holístico; de ello se deriva la necesidad de establecer relaciones con los programas y servicios que actúan en el entorno del niño y de su familia. Los servicios y los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana (CDIATs) deben realizar sus actuaciones de forma que se procure la coincidencia con aquellos esfuerzos sociales que desde otras instancias de la Administración y la comunidad favorezcan la salud, la educación y el bienestar. En las primeras etapas del desarrollo se configuran, además de los aspectos propios de la madurez biológica, las habilidades motrices, perceptivas, lingüísticas, cognitivas y sociales que posibilitarán la interacción con el medio. Los niños con patología instaurada desde el nacimiento o con riesgo de padecerla por etiologías pre, peri o postnatales deben recibir el tratamiento individual incidiendo de manera global sobre todas las áreas del desarrollo (Motora, Cognitiva, Comunicación, Social y Autonomía Personal).
El proceso de intervención se ha de llevar a cabo por un equipo interdisciplinar compuesto por especialistas en Atención Temprana, médicos, psicólogos, pedagogos, logopedas, fisioterapeutas, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, etc.